No os voy a engañar, el momento de los abrazos es de mis preferidos en una boda. Y en esta boda tuve ración doble o triple! Se notaba en el ambiente muchas ganas de fiesta, de querer pasárselo bien y de ser una boda muy querida y anhelada por todos. Os dejo con la boda de Marina y Antonio, que junto con sus dos pequeñajas Alba y Olivia, no tardaron mucho en conquistarme por su forma de ser.
Tanto la ceremonia como el banquete dio lugar en la finca “Jardines del Trapiche”, un lugar muy acogedor para bodas íntimas. Sin más, os dejo disfrutar de la boda.