Esta boda fue mi estreno de la temporada, y no pude tener más suerte. Imposible que saliera mal con esta pareja con la gran complicidad que habíamos cogido en la preboda y con su grupo de amigos con los cuales nunca te puedes esperar una boda tranquila, todo lo contrario, cargada de momentos y sorpresas…y éso para un fotógrafo es la mejor noticia que puede tener!
La ceremonia se celebró en la Iglesia Sagrado Corazón y el banquete en la Finca Almodóvar. Todo salió a pedir de boca y la fiesta como no podía ser de otra manera se alargó hasta altas horas de la madrugada.
Por último agradecer a mi compañero y amigo Antonio Ordóñez por acompañarme durante la boda y ayudarme con su gran trabajo.
Aquí os dejo el resultado.